La Interpretación de Lenguas: Un Don Sagrado para Edificación

Hermanos y hermanas en Cristo, la interpretación de lenguas, como se describe en 1 Corintios 14, es un don espiritual otorgado por el Espíritu Santo (1 Corintios 12:4-11). No es un fin en sí mismo, sino un medio para edificar a la iglesia. Pablo nos exhorta a buscar fervientemente los dones espirituales, pero especialmente aquellos que edifican la comunidad de fe (1 Corintios 14:12).

Es crucial entender el contexto en el que Pablo discute la interpretación. En 1 Corintios 14, se dirige a una iglesia con problemas de desorden en sus reuniones. Muchos hablaban en lenguas sin que nadie pudiera entender, lo que llevaba a la confusión y la falta de edificación (1 Corintios 14:23). La interpretación, por lo tanto, se presenta como una solución a este problema, permitiendo que el mensaje en lenguas sea comprensible para todos los presentes.

Pablo enfatiza repetidamente la importancia de la edificación mutua. Él declara que si alguien habla en lenguas y no hay interpretación, solo beneficia a quien habla, pero no a la congregación (1 Corintios 14:6). La meta no es la demostración del don, sino la edificación espiritual de todos los creyentes. El verdadero propósito es que todos sean animados y consolados (1 Corintios 14:3, 5, 26).

La interpretación de lenguas, como todos los dones espirituales, debe usarse con sabiduría y orden (1 Corintios 14:40). No debe ser un espectáculo o una búsqueda de atención personal, sino un acto de servicio a la comunidad de fe. El amor y la consideración por los demás deben guiar el ejercicio de este don (1 Corintios 13:1-13).