Hermanos y hermanas en Cristo, el Salmo 119:105 declara: "Tu palabra es lámpara a mis pies, y luz a mi camino." Esta no es una simple declaración poética, sino una profunda verdad espiritual que refleja la dependencia vital que debemos tener en la Sagrada Escritura.
La palabra de Dios, como una lámpara, ilumina el sendero oscuro de la vida, disipando las tinieblas de la confusión y la incertidumbre. En un mundo lleno de engaños y tentaciones, la Biblia nos proporciona luz, guiándonos hacia el camino correcto, el camino de la justicia y la salvación. Proverbios 3:5-6 nos recuerda: "Fíate de Jehová con todo tu corazón, y no te apoyes en tu propia prudencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas."