El verbo "arrebatan" implica una actitud de determinación y valentía espiritual. No se trata de un proceso pasivo, sino de una lucha activa contra el pecado, las tentaciones y las fuerzas del mal. Requiere una valentía para defender nuestra fe, incluso frente a la oposición. Como dice 1 Pedro 5:8-9: "Sed sobrios, velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar; resistidle firmes en la fe, sabiendo que los mismos sufrimientos se van cumpliendo en vuestros hermanos en todo el mundo."