David, ungido por Samuel, venció a Goliat a pesar de su inferioridad física.
Jesucristo, ungido por el Espíritu Santo, venció al pecado, la muerte y la enfermedad.
Los apóstoles, ungidos con poder del cielo, realizaron milagros y transformaron el mundo.
Liberación de la opresión y la esclavitud.
Poder para vencer la tentación y el pecado.
Gozo, paz y esperanza en medio de la adversidad.
Unción para sanidad, prosperidad y éxito.
Mantener una vida de oración y comunión con Dios.
Ser obediente a la voz del Espíritu Santo.
Andar en amor, humildad y servicio.
Usar los dones espirituales para edificar a los demás.