Hermanos y hermanas, el Salmo 23 comienza con una declaración poderosa y consoladora: "Jehová es mi pastor; nada me faltará." (Salmo 23:1). Esta no es una afirmación trivial; es una declaración de dependencia absoluta en el Señor. Él no es simplemente un guía, sino nuestro Pastor, el que nos provee, nos cuida y nos protege. Él provee todo lo que necesitamos, tanto material como espiritualmente. No debemos temer la escasez, pues Él suple todas nuestras necesidades según sus riquezas en gloria en Cristo Jesús (Filipenses 4:19).