La alternativa a la insensatez es la sabiduría, un don de Dios que se busca activamente. Proverbios 2:1-6 nos anima: "Hijito mío, si recibes mis palabras, y atesoras mis mandamientos contigo; haciendo que tu oído preste atención a la sabiduría, e inclines tu corazón a la inteligencia; si clamas por el entendimiento, y alzas tu voz por la inteligencia; si la buscas como a la plata, y la excavas como a tesoros escondidos; entonces entenderás el temor del Señor, y hallarás el conocimiento de Dios." Debemos buscar activamente la sabiduría divina a través de la oración, el estudio de la Biblia y la comunión con otros creyentes. El temor del Señor es el comienzo de la sabiduría, el fundamento sobre el cual construir una vida plena y significativa.