Hermanos y hermanas en Cristo, el matrimonio, tal como Dios lo instituyó, es una unión sagrada, un pacto establecido ante Su presencia. Génesis 2:24 nos dice: "Por tanto, dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y serán una sola carne." Este no es un compromiso casual, sino una decisión solemne que refleja la unión inquebrantable entre Cristo y su Iglesia.