Hermanos, sabemos que caminar en la luz, como lo instruye 1 Juan 1:7, no es tarea fácil. Pero no estamos solos en esta jornada. El Espíritu Santo nos guía, nos fortalece y nos ayuda a obedecer los mandamientos de Dios. Él nos da la fuerza para superar las tentaciones y vivir una vida que agrade a nuestro Padre celestial. Pidamos Su ayuda en oración, y confiemos en Su poder transformador.