Hermanos y hermanas en Cristo, la parábola de los talentos, registrada en Mateo 25:14-30, nos presenta una verdad fundamental sobre nuestra fe: la administración responsable de los dones que Dios nos ha dado. No se trata simplemente de posesiones materiales, sino de todo aquello que Él nos ha confiado — nuestros talentos, tiempo, recursos, influencia, incluso nuestras propias vidas.
El Señor nos llama a ser mayordomos fieles, no dueños absolutos. Como dice 1 Corintios 4:2, "De más se requiere de los que han sido puestos a cargo; y de todo administrador se espera que sea fiel."