Hermanos y hermanas, la Biblia, la Palabra inspirada de Dios, es nuestra máxima autoridad. Como dice 2 Timoteo 3:16-17: "Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia, a fin de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra."
No es un simple libro de historias; es la voz viva de Dios, revelando su carácter, su plan para la humanidad, y su camino hacia la salvación. Es una luz que ilumina nuestro sendero en la oscuridad (Salmo 119:105).