Al igual que el pueblo de Israel cruzó el Mar Rojo hacia una nueva vida de libertad, nosotros también, a través de la fe en Cristo, entramos en una nueva vida de esperanza y propósito. Juan 3:16 declara: "Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna". La Pascua es un llamado a una vida transformada, llena del amor, la gracia y la libertad que solo Cristo puede ofrecer. Celebrémosla con corazones agradecidos y renovados.