Hermanos y hermanas en Cristo, la primera corona, la Corona de la Vida, se nos promete a aquellos que perseveran en la fe, aquellos que permanecen fieles hasta el fin. Apocalipsis 2:10 nos dice: "No temas lo que vas a sufrir. Mira, el diablo echará a algunos de vosotros en la cárcel para que seáis probados, y tendréis tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la corona de la vida." Esta corona no es una recompensa por obras meritorias, sino un regalo de gracia por nuestra perseverancia en la fe ante la adversidad. Es una corona de gloria eterna, un premio celestial reservado para los fieles servidores de nuestro Señor.