Mateo 8:22 describe una escena donde un escriba declara su deseo de seguir a Jesús, pero primero quiere despedirse de su familia. Esta frase, "Deja que los muertos entierren a sus muertos," es la respuesta de Jesús, una respuesta que exige una consideración profunda sobre nuestras prioridades y compromiso con el Reino de Dios.