Hermanos y hermanas en Cristo, el Salmo 125:1 nos dice: "Los que confían en Jehová son como el monte de Sion, que no se mueve, que permanece para siempre." Sion, la ciudad santa de Dios, representa una fortaleza inexpugnable, una imagen de seguridad y estabilidad. Así como el monte Sion permanece firme ante las tormentas, nuestra confianza en Dios debe ser inquebrantable, inamovible ante las pruebas y tribulaciones de la vida.