El Vestido de Justicia de Dios

Hermanos y hermanas en Cristo, Isaías 50:11 nos presenta una promesa poderosa de restauración y esperanza: "Así dice Jehová: He aquí que yo pondré mi derecho por vestido, y mi salvación por manto; como quien se viste de ropas de salvación, como quien se corona de ornamentos, como el novio que se adorna con diadema, y como la novia que se atavia con sus joyas." Este pasaje nos habla del carácter y la obra de Dios, un Dios que no solo promete salvación, sino que la viste sobre nosotros.

La imagen del novio que se adorna con diadema y la novia que se atavia con sus joyas nos muestra la gloria y la belleza de la salvación de Dios. No es una salvación que simplemente se ofrece, sino que es activamente puesta sobre nosotros. Él no nos deja desnudos ante la justicia de Dios, sino que nos viste con su propia justicia, como un novio orgulloso y una novia radiante.

Observemos la poderosa imagen del "vestido de justicia" y el "manto de salvación". La justicia de Dios no es algo que debamos lograr por nuestras propias fuerzas (Romanos 3:20, 23); es un regalo que Él nos ofrece. Él mismo se viste con su justicia y nos la imparte a nosotros. Al recibir a Cristo, recibimos este precioso vestido, limpiando nuestras vestiduras manchadas de pecado (Apocalipsis 7:9-14) y nos adorna con ornamentos de justicia.