Isaías 41:17-18 declara: "Cuando los afligidos y menesterosos buscan aguas, y no las hay, y su lengua se seca de sed, yo Jehová los oiré; yo el Dios de Israel, no los desampararé. Abrir yo abriré ríos en las alturas, y fuentes en medio de los valles; convertiré el desierto en estanque de aguas, y la tierra seca en manantiales de aguas." En los momentos más difíciles, cuando todo parece árido, Dios abre fuentes de provisión y restauración. Su amor nos sostiene, aún en los desiertos más inhóspitos.