
Cantaré al Señor por Siempre
Cantaré al Señor por siempre
Su diestra es todo poder
Cantaré al Señor por siempre
Su diestra es todo poder
Echó a la mar quien los perseguía
Jinete y caballo, echó a la mar
Echó a la mar quien los perseguía
Jinete y caballo, echó a la mar
Echó a la mar los carros del faraón
Mi padre es Dios y yo le exalto
Mi padre es Dios y le exaltaré
Mi padre es Dios y yo le exalto
Mi padre es Dios y le exaltaré
Echó a la mar los carros del faraón
Cantaré al Señor por siempre
Su diestra es todo poder
Cantaré al Señor por siempre
Su diestra es todo poder
Echó a la mar quien los perseguía
Jinete y caballo, echó a la mar
Echó a la mar quien los perseguía
Jinete y caballo, echó a la mar
Echó a la mar los carros del faraón
Cantaré al Señor por siempre
Su diestra es todo poder
Cantaré al Señor por siempre
Su diestra es todo poder
Echó a la mar quien los perseguía
Jinete y caballo, echó a la mar
Echó a la mar quien los perseguía
Jinete y caballo, echó a la mar
Echó a la mar los carros del faraón
El mar rugía frente a nosotros,
Egipto venía con furia atrás.
No había camino, no había salida,
pero el cielo empezó a hablar.
Moisés alzó su vara y el viento sopló,
las aguas se abrieron, y el pueblo cruzó.
Y cuando los carros intentaron pasar,
el mar los cubrió, no pudieron escapar.
Cantaré al Señor por siempre,
Su poder nos liberó.
Echó a la mar quien nos oprimía,
Su diestra nos salvó.
Miedo en sus rostros, asombro en su voz,
Israel cantaba un himno a Dios.
Del otro lado miramos el mar,
las cadenas rotas, nunca más volverán.
Mi Dios es fuerte, mi Dios es fiel,
Rey de los cielos, digno de exaltar.
Nunca nos deja, nunca nos falla,
Su nombre por siempre vamos a cantar.
El desierto nos llama, su nube va al frente,
El fuego nos guía, no temeré.
El mismo que abrió el mar en dos,
Nos lleva en victoria hasta su monte, oh Dios.