En Génesis 20, leemos la historia de Abraham en Gerar, donde miente acerca de Sara, su esposa, llamándola su hermana (Génesis 20:2). Este acto, aunque aparentemente motivado por el miedo a ser asesinado por Abimelec, rey de Gerar, revela una falta de confianza en la soberanía y protección divina. Abraham, el padre de la fe, falla en confiar plenamente en el Dios que le había prometido una gran nación.