Hermanos y hermanas en Cristo, el pasaje de Mateo 7 nos presenta una verdad fundamental sobre el juicio: ?No juzguéis, para que no seáis juzgados? (Mateo 7:1). Estas palabras no nos eximen de discernir entre el bien y el mal, sino que nos advierten contra la hipocresía y la condenación arrogante. No podemos juzgar el corazón de otro, sólo Dios lo puede hacer. Recordemos que la medida con que medimos, con la misma se nos medirá (Mateo 7:2).