Jesús encarga a sus discípulos la Gran Comisión: "Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo." (Mateo 28:19-20). Esta no es una sugerencia, sino un mandato, un llamado a la acción para llevar las buenas nuevas de salvación a todas las personas, sin importar su origen o condición. El apoyo incondicional de Jesús ("y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo") nos asegura su presencia constante en nuestra misión.